Las características de un buen profesor

La definición de un buen profesor es un concepto que para mí ha evolucionado con el tiempo y mi experiencia como alumna. Hoy además, y gracias al curso del IC, este concepto ha cambiado, es menos subjetivo, más claro y acorde a la realidad. 

He tenido toda clase de profesores en mi vida que podría definir en buenos y malos...  En un principio los podía definir de una manera u otra según los conocimientos del docente. Con los años y gracias a diferentes experiencia los diferencio según el interés que han despertado en mí en la materia, y si la materia me parece interesante, no solo en contenido, sino además en cómo se imparte, más alta será mi motivación y resultados. Pero la definición de buen profesor va más allá.

Un buen profesor de lengua extranjera tendrá como objetivo el que los alumnos sean autónomos en el uso de esa lengua y su metodología estará lejos de lo que muchos hemos conocido como aprendizaje basado en la lectura y seguimiento de un manual. Y para lograr el objetivo el profesor tendrá que centrarse en las destrezas linguisticas: expresión oral y escrita, comprensión oral y escrita.

Un buen profesor tiene que tener empatía, debe saber escuchar para poder comprender las necesidades de los alumnos y focalizarse en ellos.

Llegar a ser un buen profesor no es un proceso estático, es un proceso que va evolucionando según las diferentes experiencias que provocará una confrontación de sus creencias que cuestionará y validará. He aquí una antigua creencia que poco a poco veo transformarse: un buen profesor no es el resultado de un gran conocimiento, lo es porque al mismo tiempo que enseña intenta aprender y para ello confía en conocimientos externos que lo ayuden en su objetivo, O no...